Cuando Jan Brewer, Gobernadora de Arizona, vetó una ley que permitiría que las monedas de oro y plata fueran de curso legal en el estado, no eliminó la posibilidad de que esto pase. La propuesta de ley, conocida como SB 1439, no es tan disparatada como se podría creer a simple vista. La misma Brewer afirmó que la devaluación del dólar como consecuencia de un déficit federal insostenible es una preocupación valida.
El principal impulsor de esta ley, el Senador Republicano Chester Crandell, insistió en que se debe revisar con sumo cuidado esta propuesta de ley antes de que el oro y la plata puedan ser usados como moneda de circulación dentro del estado, ya que es necesario que la legislación tome en cuenta la posibilidad de que afecte los ingresos de impuestos al estado.
La idea de usar oro y plata como moneda no es ajena a los Estados Unidos. Antes de la Guerra Civil era la norma que se emitieran notas de banco apoyadas por instituciones privadas que podían ser canjeadas por oro en cualquier momento. El final de la Guerra Civil, los préstamos forzados de los bancos al gobierno federal y los impuestos sobre el oro acabaron con estas notas, que hoy en día podrían tener gran aceptación en el mercado si una ley como la SB1439 es aceptada.
En este debate sobre la conveniencia de apoyarse en el oro como respaldo de la moneda cuando este ha visto su precio disminuido, los defensores del oro sostienen que aun con la caída de los precios del oro, este ha incrementado su valor el doble de lo que lo ha hecho el índice Dow Jones.
Queda por ver si la legislatura de Arizona decide anular el veto impuesto a esta ley, para lo cual necesitaría el apoyo de dos tercios del senado y de la cámara de representantes estatales. No obstante, tener una moneda competitiva nunca ha sido una idea insensata. El comportamiento de los bancos y las autoridades financieras alrededor del mundo hacen que el caso de Arizona por una moneda basada en oro se vea cada vez más apetecible.