Sin importar que el oro tenga un precio inestable (especialmente en los últimos cuatro meses) los inversores no paran de comprar oro, los más fatalistas se aferran a sus reservas, los rumores de una hiper inflación y el fin de la economía conocida sigue tentando a muchos inversionistas que ven en el oro un refugio a prueba de crisis mundiales.
Parece solo una teoría de conspiración más y ciertamente personas como el ex presentador de Fox Glenn Beck quien ha insistido en como es inevitable que la anarquía y las revueltas por comida aparezcan por doquier y que esto llevará nuestra organización económica a pique, no hacen más que reforzar la idea de que es un cuento de internet.
La realidad
El oro continua siendo un refugio a largo plazo, el mercado global en el que vivimos hace muy complicado el predecir exactamente que va a suceder con las cotizaciones de este metal, lejos están los tiempos en el que un buscador de oro en california podía enriquecerse al encontrar una pepita gigante. Simplemente el oro se vuelve en una materia prima altamente deseable y valiosa.
Las verdaderas apocalipsis
Es cierto que en algunos países el guardar oro no es una mala idea, es potable, es valioso aún en una pequeña cantidad. pero a menos que pienses vivir en una zona de guerra y huir con tu tesoro o esconderlo no es imperativo que almacenes oro como una seguridad frente al apocalipsis.
“El dinero de Dios”
Así llaman algunos al oro, y lo ven como la salvación de cualquier escenario del fin del mundo donde la economía norteamericana u occidental desaparezca por completo. Muchos programas que presentan a gente que se prepara para el fin del mundo mencionan como el oro seguirá siendo valioso, los opositores de esta idea del oro como la panacea en un mundo post apocalíptico, anárquico y sin una estructura económica tratan de recordarles que el valor del oro ha escalado en los últimos años por su importancia como materia prima y por su comercio en los mercados internacionales, así que probablemente en los escenarios apocalípticos el oro perdería su valor.