Definamos primero, antes de hablar más extensamente sobre ellos y sus utilidades, qué son los contratos de futuros. Se trata de un contrato en el que se fijan los términos de una transacción de compra-venta de unos bienes en una fecha ubicada en el futuro a un precio establecido con la firma del contrato.
Pero, ¿por qué alguien podría estar interesado en comprar o vender oro en una fecha determinada, aun renunciando, según el caso, a parte de unas hipotéticas ganancias o pagando más de lo que podría estipular el mercado entonces?
Una operación segura
La clave se llama «seguridad»: el oro podría estar por debajo del nivel que espera el vendedor o por encima del que le gustaría al comprador. Otra respuesta se refiere a la especulación con el bien: es una «apuesta» a que el mercado mostrará unos niveles que nos interesen para nuestros objetivos cuando compremos más barato o vendamos más caro de lo que los índices marcan.
Son muchos, por no decir casi todos, los brokers que nos ofrecen la opción de operar de esta forma que podríamos considerar conservadora, en tanto podemos llegar a ganar mucho menos de lo que el mercado nos habría dado. Aunque quienes usan la fórmula, más que de conservadora, suelen tacharla de segura.
CNMV y equivalentes en cada uno de los países
No vamos a recomendar ningún nombre en concreto, puesto que se trata de que cada cual elija a su corredor siguiendo unos criterios que no deberían alejarse demasiado del buen nombre, y de que se hallen regulados y controlados por los diferentes organismos oficiales, como la Comisión Nacional del Mercado de Valores en España o su equivalente en cada país.