Añadámosle 4 palabras más al título: sin que te estafen. Ahora sí que queda clara la intencionalidad del artículo. Y es que ante la incertidumbre económica, son cada vez más personas y de menores capitales las que se animan a fiarle al dorado metal sus ahorros, sabiendo que al menos a largo plazo, su dinero va a estar seguro y a crecer.
Y como no todo el mundo sabe manejarse con el Forex, muchos son los que han de confiar su inversión a las manos de terceros. He aquí el primero y más importante de los consejos: si dejamos que otros manejen nuestro dinero, que sean expertos reconocidos. Fiémonos muy mucho en el buen nombre del inversor. Es mejor todavía si contamos con alguna referencia de este.
Aunque deleguemos, controlemos nuestra inversión
Dicho esto, conviene que nosotros mismos manejemos algunos datos de interés: no en vano se dice que el ojo del amo engorda al caballo. En el ámbito de la inversión sucede algo semejante: el ojo del inversor informado engordará su inversión.
Algunas informaciones que debemos conocer se refieren a los tipos de oro que existen, sus presentaciones y la diferencia entre lingotes y monedas, y las formas más seguras de invertir en el metal, sea “al peso”, sea en monedas. Aunque, en ambos casos podamos decir que se invierte “al peso” (si no ha entendido este inocente juego de palabras, no está listo para invertir en oro).
Sepamos también de la cotización y la tendencia de ésta en el momento en el que nos desprendemos del dinero, por si en algún momento deseamos retirar las ganancias. En este caso, estaríamos más jugando en bolsa que invirtiendo a largo plazo, pero es una de las ventajas del oro: permite varios juegos. Incluso limpios.