EUR
El lunes pasado, por la mañana, después de estar toda la noche de conversaciones, Grecia y sus acreedores europeos llegaron finalmente a un acuerdo. El uso de la amenaza de la salida de Grecia del euro forzó un paquete de medidas muy duras que posibilitarían el tercer rescate del país heleno. Las medidas exigidas fueron debidamente aprobadas en el Parlamento griego y ahora la atención se centra en la capacidad de Grecia para reiniciar la actividad del sistema bancario. El Presidente del BCE, Draghi, era uno de los que sonaba más positivo antes la situación bancaria griega, permitiendo el aumento de la línea de liquidez de emergencia al sistema griego y sugiriendo que los bonos griegos podrían estar disponibles para ser comprados en cuanto terminara la primera revisión de las condiciones griegas.
Más allá de los titulares griegos, hemos visto algunos signos de debilidad que acaban con la racha de noticias positivas en la Eurozona. La producción industrial sorprendió a la baja, cayendo un 0,4% en mayo, dejando el dato del segundo trimestre casi un 1% por debajo del nivel del primer trimestre. La inflación subyacente se redujo un 0,1%, hasta el 0,8%, lo que sugiere que las expectativas del BCE sobre una progresiva pero rápida tendencia hacia el 2% pueden ser demasiado optimistas. En cualquier caso, los mercados están principalmente atentos a la divergencia entre las políticas monetarias de la Reserva Federal y el BoE respecto al BCE, y por ahora parece que la tendencia del euro será a la baja.
GBP
Nuestras expectativas sobre la posible subida de tipos del Banco de Inglaterra en el primer trimestre de 2016 fue respaldada la semana pasada por el propio Gobernador del BoE, Carney, quien señaló en el último Comité del Tesoro que “el momento en el que los tipos de interés pueden empezar a subir se está acercando”. Los fuertes datos de crecimiento de los salarios (señalados por el MPC como la variable fundamental para determinar el momento de la primera subida) fueron los causantes de la postura de Carney. Los salarios crecieron un 3,2% anual, por encima del 2,7% de abril, lo que indica un crecimiento de los salarios reales muy sólido, de más del 2%, por encima de la inflación subyacente. Como la probabilidad de que ocurra un accidente griego disminuye, sostenemos nuestra previsión de una subida de tipos a principios de 2016, apuntando a la reunión del MPC de febrero de 2016 como el momento más probable para que se tome la decisión de subir tipos por primera vez en este ciclo. De acuerdo a esta perspectiva hemos revisado nuestra previsión de la libra modestamente al alza respecto a la mayoría de las monedas del G-10.
USD
Sorpresa negativa la semana pasada debido al dato de ventas al por menor de junio en EE.UU. La cifra general se redujo un 0,3%, en contraste con las expectativas de aumento. El dato subyacente, que excluye las compras de gas y coches, también cayó 0,1% y el dato de abril fue revisado a la baja. No obstante, las cifras de ventas al por menor se encuentran entre los datos más volátiles y propensos a revisión de todas las series de datos económicos en EE.UU., por lo que preferimos esperar a ver el número de julio antes de extraer conclusiones. Los mercados de divisas optaron por centrar su atención en las declaraciones de Yellen, quien reiteró su opinión de que los tipos se subirán este año en EE.UU. y como resultado, el dólar subía frente a la mayoría del resto de monedas del G-10.